Develando los milagros cristianos de sanación (parte 2 de 2): El negocio de curar
Descripción: Mentiras, engaños y fraude en ministerios cristianos de sanación.
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 09 Nov 2015
- Última modificación 15 Nov 2015
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Parece que en el siglo XXI (para muchos de nosotros, el siglo arruinado) estamos acosados por pruebas y tribulaciones como nunca antes: los pobres son más pobres, los enfermos más enfermos, las enfermedades nos atacan cuando menos las esperamos y nuestros sistemas inmunológicos se ven presionados al límite. Y también, como nunca antes, la gente tiene acceso a los milagros de sanación por la fe. Los cristianos ya no necesitan salir a buscar ministerios en carpas de viajeros, hoy en día es cuestión de encender la televisión o recorrer una corta distancia. ¡Incluso hay un ministerio de tipo drive through, que significa que ni siquiera tienes que bajarte de tu carro! Pero, ¿estas curas están plagadas de engaños y mentiras? Démosles una mirada a los ministerios de sanación de la actualidad.
Mientras que la curación por la fe ocurre en muchas religiones y en muchas partes del mundo, la mayor parte de nuestro análisis se centrará en las curaciones por la fe cristiana en los Estados Unidos del siglo XXI.
Catie Caldwell, la autora del libro Modernos curanderos por fe estadounidenses, resume la premisa de los ministerios de sanación por la fe cuando los describe como un sistema que "intenta combinar dos campos, el religioso y el científico. Esta fusión utiliza fuerzas sobrenaturales para producir un resultado natural, físico. La curación por la fe es un movimiento carismático que proclama que el ‘espíritu de Dios’ está presente y se mueve de forma activa en los escenarios que ellos crean. Los participantes afirman realizar o experimentar ‘milagros de los tiempos modernos’ equivalentes a aquellos que realizaban Jesús y sus discípulos en los escritos del Nuevo Testamento".
Como musulmanes, nos sentimos cómodos con el hecho de que Jesús realizó milagros, como resultado directo (y con el permiso) de Dios. Sin embargo, nuestra fe nos dice que estos milagros no pueden ser replicados hoy en día. Dios ya no nos envía profetas porque el Profeta Muhammad fue el último Profeta que Dios envió. Esto no significa que Dios ya no realice milagros, muchos de nosotros consideramos que incluso el hecho de que el sol se levante cada día es un milagro. Y cualquiera que haya dado a luz o que haya asistido un parto sabe que ha sido testigo de un milagro en acción. Ahora, en la segunda década del siglo XXI, encontramos el mundo cristiano, en particular en la parte central de Estados Unidos, poblado con hombres que están en el negocio de curar. Ellos acuden a lo que denominan poderes "especiales" dados a ellos por Dios para curar al enfermo, y hacen mucho dinero con ello.
En 2008, cuando el pastor Benny Hinn visitó Australia para hacer tres presentaciones, regresó a Estados Unidos 28 horas después 800.000 dólares más rico. Después de Australia, viajó a Nueva Zelanda a bordo de su avión Gulfstream de 36 millones como parte de una gira mundial de 27 paradas en el que esperaba generar más de 10 millones de dólares. Palestino, exortodoxo oriental, Hinn ha causado mucha controversia por comentarios y afirmaciones que ha hecho durante sus apariciones en televisión. En 1999, Hinn afirmó que Dios le había dado una visión en la que se predecía la resurrección de miles de personas muertas después de ver su programa. También es notable por profecías erradas en relación al final de los tiempos. En abril de 2001, HBO transmitió un documental titulado Un asunto de milagros, enfocado en Hinn, y el director del mismo dijo: "Si hubiera visto milagros (en el ministerio de Hinn), habría estado feliz de darles resonancia; pero en retrospectiva, pienso que ellos le causan más daño al cristianismo que los ateos más comprometidos"[1].
Por supuesto, los curanderos por la fe existen en una gama amplia, desde estafadores cínicos hasta creyentes bien intencionados pero autoengañados. Sin embargo, el cambio de siglo ha engendrado celebridades de la curación por la fe que pueden atraer multitudes de seguidores. En estos reavivamientos, la curación no es un proceso sino un incidente instantáneo. En una ceremonia típica de sanación por la fe, el curandero impondrá sus manos sobre el enfermo y le ordenará que sane. El individuo "curado" luego es presentado al público como prueba de un milagro.
El sordo puede repentinamente oír, el ciego puede ver, el cojo puede caminar, y las aflicciones desaparecen. Los cuerpos son transformados sin ningún tratamiento médico. Los resultados negativos siempre son explicados atribuyéndoselos a defectos personales. Cuando las curaciones por la fe han sido investigadas meticulosamente por personal calificado, no se ha encontrado evidencia alguna de curación. Incluso en Lourdes, Francia, una gruta donde la gente enferma es sanada milagrosamente por el agua, la Iglesia Católica solo ha reconocido 4 curaciones desde 1978, de más de 5 millones de personas que buscan curación allí cada año. La ciencia médica desacredita unánimemente todas las curaciones de este tipo[2]; sin embargo, la ciencia médica reconoce que la gente con fe religiosa a menudo se cura más rápido que quienes no la tienen. Esto normalmente se atribuye a una actitud general de esperanza y optimismo. Entonces, podríamos decir, ¿dónde está el peligro? De acuerdo a diversas fuentes, los peligros son numerosos.
Se utilizan muchas tácticas para engañar a la gente crédula, incluyendo miembros falsos del público e información pasada a través de audífonos ocultos. Algunas personas parecen haberse curado, pero sus enfermedades de hecho eran psicosomáticas y la carga emocional de las reuniones de sanación es el lugar perfecto para curar enfermedades que tienen origen psicológico y no físico. Además, mucha gente cae en la euforia del momento y se siente realmente mejor, esto es particularmente cierto en circunstancias en las que el mayor síntoma es el dolor. Otras condiciones se curan naturalmente, sea que la persona asista a un evento de sanación o no.
Por otra parte, ¿qué ocurre con quienes asisten a ministerios de sanación llenos de esperanza, solo para devolverse sin haber sido curados? La gente queda lastimada, física y emocionalmente. Se han presentado casos en los que la persona ha dejado de tomar medicinas muy necesarias, con un grave detrimento de su salud. El efecto de no ser curado puede ser terriblemente decepcionante y los curanderos como Hinn han desviado las críticas culpando a los enfermos por no tener suficiente fe.
En su sitio en internet, la Sociedad Estadounidense de Cáncer afirma que "la gente que busca ayuda a través de las sanaciones por fe y no son curadas, pueden tener sentimientos de desesperanza, fracaso, culpa, inutilidad y depresión. En algunos grupos, le pueden decir a la persona que su fe no es lo suficientemente fuerte. El curandero y otros pueden sostener que la persona es la responsable del fracaso de su curación. Esto puede alienar y desalentar a la persona que todavía está enferma".
Como musulmanes, creyentes en el poder absoluto e inmutable de Dios, nos puede parecer sorprendente que personas en todo el mundo cristiano puedan creer en estos hombres tan arrogantes y enfocados en lo monetario. Sin embargo, la experiencia cristiana nos advierte que creer en cualquier cosa que no sea el poder de Dios es inútil y peligroso. Es una advertencia para aquellos que confían en amuletos, talismanes o rituales extraños para curar las enfermedades. Dios no quiere que dejemos las enfermedades y lesiones sin tratamiento, ni quiere que les paguemos a personas inescrupulosas por pociones mágicas y palabras envenenadas.
La creencia en la voluntad de Dios y la sumisión a ella es la parte más esencial de un buen tratamiento médico. Las palabras y la recitación del Corán pueden curar cuerpos y mentes, así como superar enfermedades y lesiones. Sin embargo, la confianza total en Dios no niega los efectos curativos de la medicación, siempre y cuando la utilicemos de manera legal. El Profeta dijo: "No hay enfermedad que Dios Todopoderoso haya creado sin que Él Mismo haya creado su cura"[3].
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