Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 2 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Segunda parte: El judaísmo es una celebración de la cultura y la raza judía, pero ¿dónde está Dios y la sumisión a Él?
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 31 Jul 2017
- Última modificación 31 Jul 2017
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Luego de casi 2.000 años de nuestro más largo exilio en la historia, vemos el resultado de los cambios hechos por Ben Zakai: la elevación de la cultura externa por encima de la moral. Esto se entiende mejor a través de ejemplos. Un rabino y buen amigo mío me explicó el Yiddishkeit (la identidad judía, es decir, el judaísmo verdadero) versus el Frumkeit (la apariencia de observancia). El judaísmo ordena la modestia durante la oración, que la mujer se cubra su cabello durante la oración conocida como Shema, y la declaración de que hay Un Dios. Esta es la ley, esto es Yiddishkeit. Frumkeit es el mercado de Sheitels (pelucas de perlas) que son adquiridas por las mujeres, valoradas en miles de dólares, y que ellas llevan todo el tiempo mientras critican a las mujeres que solo cubren su cabello cuando es obligatorio (solo durante la oración Shema). La explosión de respuestas y ataques por parte de mujeres que insisten en que ellas deben cubrir su cabello en todo momento por ley, es prueba de este punto (el verdadero judaísmo ha sido remplazado con el deseo de parecer observante en el exterior). El judaísmo requiere tener algo extra en el Sabbath, una comida extra, pan en cada comida. El Frumkeit es el sueño último de los autores de libros de cocina para Sabbath, orientados no solo a una sabrosa cena para el Sabbath, sino a una cena elegante (piensen en el nuevo lanzamiento de la serie de libros de cocina "Kosher por diseño" de la editorial Feldheim: Lo elegante hecho simple). El punto es que el Sabbath ahora está lleno con comida, no con el Divino, y la forma en que el Sabbath es mejorado, es con comida más elegante y alcohol, no con pláticas sobre Dios o sobre el Sabbath. Rambam explica que el sacrificio ritual incluía todas nuestras facultades sensoriales, y eso implicaba carne, vino y música. El judaísmo de Ben Zakai es la celebración de la carne, el vino y la música sin el sacrificio real, sin el Divino. Es una celebración de cultura externa compartida, que da un sentido de unidad, pero es una imitación costosa y un remplazo del Divino.
Uno de los casos más extremos de frumkeit de que he sido testigo, es aquel que mi esposa denomina "hombre de acento falso". En un Sabbath, después de los servicios, mientras charlábamos con otros y comíamos algo ligero, alguien nuevo se sentó y nos habló con un acento extraño. No era un acento yiddish, era casi israelí, pero no pude ubicarlo y realmente no me interesó mucho, ya que podía seguir viviendo mi vida sin tener que saber de dónde venía el nuevo, y tampoco quería ser rudo con él. Mi esposa, por otro lado, es una antropóloga profesional entrenada en cuatro áreas, y detectó de inmediato falsedad en él, ya que su conocimiento de lingüística percibió inconsistencias. Después de un breve interrogatorio de 5 segundos, ella lo desenmascaró y él reconoció ser de Omaha, Nebraska, estuvo unos 8 meses estudiando en una yeshiva sin nombre en Israel, y estaba en la ciudad de paseo con la familia. El tipo estaba tratando de hablar con una mezcla de acento yiddish y hebreo para imitar lo que en su mente creía que era un acento "yeshivish". ¿Por qué una persona trata de imitar y hablar con acento yeshivish? Realmente no debemos sorprendernos, porque en una cultura que celebra y abraza los aspectos exteriores y observables del judaísmo, un acento yeshiva es solo otra forma de sentirse más judío.
He aquí un ejemplo reciente de la elevación de la cultura sobre la moral. Durante los últimos tres años, numerosos conversos y aquellos interesados en convertirse han pasado por mi casa y se han sentado en mi mesa de Sabbath. Sin ningún entrenamiento de mi parte, simplemente le he preguntado a cada cual por qué se convirtió o por qué se siente conectado con el judaísmo. Con una excepción, que luego detallaré, las diferentes respuestas me han dejado claro que todos quieren convertirse por la cultura, por un estatus de "elegido" y unos beneficios percibidos, y no por Dios. Un converso homosexual se unió al judaísmo porque lo identificó como un refugio progresivo para los homosexuales. Él no creía ni interpretaba que la Torá prohíbe practicar la homosexualidad. Otra conversa escribió expresamente en su libro que se convirtió porque quería darle una cultura a su hijo (pues ser estadounidense no era suficiente cultura), y eligió el judaísmo porque era antiguo y había sobrevivido las tormentas de diversas sociedades. Ella no podía conectarse a Dios como católica, e incluso denominaba a Dios como una ambigüedad moral, pero se sentía como en casa en el judaísmo, donde la observancia y la piedad se miden por la participación cultural y otros logros materiales.
La pregunta de "¿qué haces, a qué te dedicas?", se utiliza hoy en día como la principal prueba de la veracidad de la alianza abrahámica, es decir, Abraham y sus descendientes prosperarán, y quienes se quedan en el camino o se oponen a nosotros serán derribados. Dentro y fuera de nuestra comunidad, los logros materiales son utilizados como prueba de que los judíos siguen siendo los elegidos. La opinión de que prosperar puede significar simplemente estar cerca a Dios, sin ningún éxito material, parece escapar a la mayoría. En lugar de definir como "bienaventurados" a los ganadores del premio Nobel y a miembros exitosos y famosos de la tribu, utilizamos esto como prueba de que la alianza se mantiene intacta. En muchos comentarios hechos a nuevos artículos antisemitas, los judíos se apresuran a defender a la comunidad con historias de individuos que dejaron Europa Oriental o el Oriente Medio sin nada, llegaron a Estados Unidos y se convirtieron en millonarios o en grandes científicos, etc., y que, por lo tanto, los judíos siguen siendo los elegidos de Dios. En otras palabras, nuestro éxito MATERIAL es prueba de esta alianza ESPIRITUAL. Esto es irracional.
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